Tal y como se esperaba la quinta edición de la Subida Villa de Chelva resultó un rotundo éxito deportivo y de organización. La prueba, organizada por la Escudería Bengala, contó con los triunfos de los alicantinos Daniel Albert, en el apartado de monoplazas, y de Fernando Garrido dentro de los turismos. Por su parte, los títulos autonómicos de la modalidad fueron a parar a manos del propio Daniel Albert y de Raúl Borreguero que, lamentablemente, no pudo celebrar su enésimo entorchado de la manera más deseable debido a una salida de carretera en la que dejó bastante maltrecha su montura.
La presencia de numerosos pilotos convocados por la marca Ya-Car permitió que la última cita del territorial de montaña contara con casi una sesentena de pilotos participantes que se enfrentaron en la matinal dominical a un exigente recorrido marcado por su fuerte pendiente, alguna que otra horquilla y la estrechez de algunas zonas.
El triunfo de Albert se cimentó desde la primera subida oficial cuando aventajó en dos segundos y medio a Lezcano. Una ventaja que aumentaría hasta los siete segundos y medio en la última subida oficial cuando el piloto del Silver Car mejoró considerablemente su tiempo. La tercera plaza estuvo bastante más reñida siendo al final para el gallego Javier Ramilo, con el primer carcross, apenas medio segundo por delante de José Antonio Ruiz, con similar montura.
Por su parte, entre los turismos y tras el incidente de Borreguero, Fernando Garrido, con su Peugeot 206 WRC, se impuso claramente aupándose hasta la séptima plaza de la general. Mario Bermúdez, con su habitual Clio, y el gallego Álvaro Muñiz Mora con el Peugeot 205 Proto completaron el podium de turismos mientras que, en el apartado de regularidad, Manolo Ferreres se proclamaba vencedor de la prueba.
En definitiva, broche de oro en Chelva tras una temporada especialmente animada en la modalidad de montaña.