Un buen número de incidencias de todo tipo marcaron la disputa de la vigésimo tercera edición de la Subida a Utiel que, organizada por la Escudería Negrete Racing, contó con el triunfo de Bernard González en el apartado de monoplazas y de Francisco Arbona en el de turimos.
Un retraso inicial al no contarse con todos los dispositivos de seguridad necesarios, una pérdida de aceite con accidente posterior de un participante y una atención sanitaria a un miembro de la organización provocaron un retraso de tal calibre que no se pudo disputar la última manga oficial mientras que, en la primera de ellas, se produjo la ausencia de varios de los principales aspirantes a los puestos de honor en ambas categorías al considerar que la pista no estaba en las condiciones mínimas para poder competir.
Los que sí lo consideraron así, y se adaptaron mejor al complicado entorno, fueron González y Arbona que, respectivamente con su Tatuus PY012 y su Mitsubishi Evo IX, se adjudicaron los triunfos siendo Antonio Llamusi y Alejandro Monfort los que completaban el podium de monoplazas y, por su parte, Manolo Manrique y Fernando Ponce hacían lo mismo entre los turismos.
En definitiva, una edición complicada que, sin duda, no viene a premiar el esfuerzo de organizadores y participantes que sufrieron, cada uno en sus carnes, unas incidencias que el público presente aguantó estoicamente.
